Minutos después de que publicáramos en nuestra página de Facebook la noticia del cambio de opinión de la senadora Magdalena Odarda respecto a la Ley de Emprendedores, dicha publicación fue borrada.
Supusimos de buena fe que se trató de un error involuntario del sistema, intentamos republicarla sin éxito. Luego, al intentar hacerlo desde nuestro blog nos dimos cuenta de que alguien había reportado el contenido ante Facebook y por eso no podíamos republicarlo.
No caben dudas de que hay quienes se molestan cuando las opiniones que no coinciden con las suyas. A veces, están cegados por un odio tal o tienen tanto tiempo libre que pueden tomarse el trabajo de estar a la espera de que alguien diga algo que no les gusta para eliminarlo tras unos pocos minutos. A veces, tienen el poder suficiente para obligar a un empleado a llevar adelante tan baja tarea.
No tenemos pruebas que nos permitan acusar a determinado actor o sector. Pero suponemos que a alguien le molestó demasiado que le dijéramos verdades incómodas, tanto que no pudo controlar sus impulsos irrefrenables de hacernos callar.
Que nuestros lectores -pocos o muchos- se queden tranquilos. Nosotros vamos a seguir acá, o en donde nos dejen estar, diciendo lo nuestro. Lo que pensamos, lo que nos cuentan y lo que muchas veces no podemos decir en los medios en los que trabajamos. Lo vamos a seguir haciendo como hasta ahora, brindando al lector la posibilidad de ir a la fuente y sumándole nuestra opinión que, mal que les pese a algunos, es libre.
Que aquellos que nos intentaron callar también se queden tranquilos, porque con intranquilizarse por nosotros no ganan nada. No hace falta que finjan repudiar lo que nos pasó. Cada vez son menos los que se creen su farsa.
¡Bárbaros, las ideas no se matan!
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