domingo, 13 de noviembre de 2016

Increíble: Nación financia a Quebracho para que camine los barrios de Bariloche


Según publicó el portal Bariloche 2000, unas mil familias de veinte barrios populares de Bariloche serán censados con el objetivo de conocer su estado laboral y su situación económica y social. 

Los encargados de realizar el registro -explica la nota- son integrantes de organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular y otras agrupaciones nacionales y locales. El estudio cuenta con el financiamiento de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). La misión del registro es impulsar políticas sociales para beneficiar a los vecinos que requieran el respaldo del Estado.

El financiamiento de organizaciones sociales afines con fondos públicos fue una constante del kirchnerismo, con polémica incluida. Los casos Milagro Sala y Sueños Compartidos son apenas dos muestras emblemáticas de esta práctica que muchos creían desterrada con la llegada del macrismo al poder.

Pero nada más lejos de la realidad. Quizás porque este esquema le resulta funcional al gobierno nacional o tal vez porque en este año no ha logrado controlar los resortes básicos del poder, el desvío de fondos de Anses (o sea, de los jubilados) hacia organizaciones sociales sigue vigente, a pesar de que ya no se trata de movimientos afines desde lo ideológico y lo político, sino más bien todo lo contrario.

Basta con ingresar al sitio web de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular para conocer las organizaciones que la integran. Entre ellas destacan el movimiento Quebracho, conocido por sus marchas de encapuchados que casi siempre terminan en incidentes, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, al que muchos atribuyen vínculos con las organizaciones mapuches que se atribuyeron diversos atentados en nuestra provincia, y organizaciones políticas como Patria Grande y el Movimiento Evita. Ninguna de ellas afín a Cambiemos.

Episodios como el de los movimientos sociales kirchneristas y de izquierda caminando los barrios con financiamiento público no son algo que suceda solamente en Bariloche y son objeto de un profundo debate en el seno del oficialismo nacional. Basta recordar lo sucedido hace unos meses, cuando el dirigente del PRO Pablo Walter lo cruzó duro al jefe de Gabinete Marcos Peña.

"El Gobierno necesita más política. No puede ser que a ocho meses de haber asumido el poder, todavía tengamos en cientos de lugares sensibles en términos políticos, a los mismos dirigentes del kirchnerismo que nos van a jugar en contra en la elección el año que viene", dijo en aquella ocasión Walter, a lo que Peña le respondió que la preocupación por los cargos "es de la vieja política", como para dejar en claro que no hay nada que discutir.

Esta bajada de línea de la cúpula del gobierno lejos estuvo de acallar las críticas. Peor aún, las escondió, algo gravísimo en un esquema político que carece casi por completo de institucionalidad y que se estructura sobre el voluntariado (y el voluntarismo). Y se abrió una grieta que nadie parece querer ver.

"Les tiran unos mangos para tenerlos tranquilos. Se viene fin de año y nadie quiere quilombos", intenta explicar alguien del PRO-Bariloche, a lo que rápidamente otro le recuerda que mientras las organizaciones sociales reciben fondos públicos, hay decenas de cuadros del oficialismo que no tienen ningún tipo de contención porque desde Buenos Aires hay quien no termina de resolver las designaciones locales. "A los que nos tienen que tener tranquilos es a nosotros, que hace un año que nos vienen boludeando. Acá nadie controla nada, pero cada vez que pueden vienen para la foto. Si siguen así, que la campaña del año que viene se las haga Maru Martini", es el argumento.

Mientras tanto, por parte del Anses nadie sabe aclarar si es cierto o no que van a usar la caja del organismo para financiar a estos movimientos. Desde diciembre del año pasado la institución previsional de Nación ha optado por el perfil bajo y ya ni siquiera avisa cuando entrega computadoras del programa Conectar Igualdad y difunde poca información sobre Procrear. Toda una paradoja para un gobierno que cree más en la comunicación que en la política. 

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