Ya nadie duda que la dinámica de alianzas de la política rionegrina roza con el surrealismo y lo que en cualquier otro ámbito puede parecer increíble, deja de sorprendernos cuando los protagonistas pertenecen a la devaluada clase dirigente local.
Pero si hay un espacio político que lleva lo surrealista a su máxima expresión, ese es el macrismo de Bariloche.
No conforme con financiar desde el gobierno a Quebracho y a otros movimientos sociales (varios de los cuales protagonizaron la semana pasada hechos de violencia en El Bolsón), el PRO de Bariloche ahora refuerza su alianza subterránea con el kirchnerismo al sumar a ese sector a la autoproclamada candidatura a diputado del concejal Daniel González.
González es un empresario del sector turístico y militante del extinto PPR, que ocupó la secretaría de Turismo de Bariloche durante la olvidable gestión del radical Marcelo Cascón. Luego, a partir de la fusión de su partido con el PRO, encabezó la lista de concejales del macrismo y obtuvo una banca.
Quienes lo conocen bien lo caracterizan como egocéntrico y malhumorado, mencionan alguna de sus legendarias rabietas cada vez que se queda fuera de la foto, y cuentan que a sus espaldas lo llaman "Pitufo Gruñón" (entre otros apodos un poco más crueles).
Estas características de su personalidad se trasladan a su accionar político, un ámbito en el cual se torna un jugador imprevisible de permanentes maniobras inconsultas motivadas por el mero afán de posicionarse personalmente. Esto le ha valido más de una pelea con las líneas y con referentes provinciales y nacionales de su partido, como cuando con su postura personal impidió que prosperara el proyecto de Vía Bariloche para el Cerro Catedral, aún cuando dicha iniciativa era de interés para importantes sectores del Gobierno Nacional.
Con todo este bagaje a cuestas, no resulta extraño que González haya tomado como un guiño las declaraciones del titular de la ANSES, Emilio Basavilbaso, quien durante su paso por Bariloche dijo que el PRO presentará candidatos propios en las elecciones de 2017.
González compartió esa noticia en su perfil oficial de Facebook, agregándole un comentario poco inocente. "Nos está faltando el candidato", dijo.
El primero en entender el mensaje entre líneas fue "Carlos Rokamora", un simpático perfil humorístico de Facebook con fuerte influencia en los mentideros políticos cordilleranos. Rokamora es en realidad Mariano Rodríguez, un marketinero muy cercano al legislador kirchnerista Alejo Ramos Mejía.
Rokamora salió públicamente a proclamar a González candidato. Y a González le gustó.
No es la primera vez que Rokamora/Rodríguez exalta a González. Cuando el concejal se opuso al proyecto del Cerro, el edil fue protagonista de una serie de memes surgidos de la imaginación de este cibermilitante peronista. Meses después, le entregó el "Premio Rokamora" como "Revelación del año", algo que también le gustó a González y a su círculo de allegados, que comentaron y compartieron la publicación como si el halago no proviniera de un militante kirchnerista.
¿Estos coqueteos de González y del kirchnerismo deben tomarse en serio? Un funcionario nacional que conoce bastante la provincia y la historia de la asimilación del PPR al PRO toma con humor la situación. "El concejal está falto de cariño y atención, y cuando alguien lo mima un poco se enceguece. Ni siquiera se da cuenta de que lo están cargando", nos dice antes de subirse al avión que lo depositará en Buenos Aires.
Pero hay quienes afirman que en política nada debe descartarse ni tomarse en broma. Sobre una mesa de una afamada chocolatería de la misma calle Mitre que en otro acto de rebeldía González quiere hacer peatonal pese a la oposición de la Cámara de Comercio, otra fuente despliega un análisis político más intrincado.
"El peronismo de Bariloche no va a tener ningún candidato a diputado en 2017 y acá no se juega nada", explica nuestro Garganta Profunda. "En algún momento sonó Maru Martini como candidata, pero Soria la bajó para poner a la hermana. Eso se paga", dice mientras golpea la mesa tan fuerte que el mozo tiene que llamarle la atención.
Nuestra fuente se entusiasma y dice también que "tener un candidato de Bariloche aunque sea González en la boleta del PRO suma votos en la ciudad y eso le va a restar a todos los demás en la general".
En otras palabras, la intención no es tanto consagrar a González como mantener entretenida a la tropa para que no se disperse, romperle la interna al macrismo, limar a Weretilneck y de paso bajarle el copete al intendente de General Roca al que un holgado triunfo de su hermana posicionaría como seguro candidato en 2019, algo que el PJ de Bariloche no digiere de ninguna manera (y muy particularmente sus sectores más kirchneristas cada vez más convencidos de que el candidato tiene que ser Martín Doñate).
Por encima de todas especulaciones, a sabiendas o no de cuál es el juego, Daniel González sumó el apoyo del kirchnerismo y ya se lanzó como candidato a diputado nacional. Nació el macrismo K.
